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Se había escondido en las sombras mientras ella declaraba a la policía y había puesto total atención cuando había dado su nombre y dirección a los oficiales. No le había tomado mucho tiempo ir a su apartamento por un nuevo cambio de ropa, tomar su auto y llegar al edificio de apartamentos, luego simplemente había seguido su olor hasta su apartamento. Por un momento había temido haberse equivocado hasta que la más hermosa visión había abierto la puerta… el que ella lo hubiera reconocido en su forma humana solo confirmaba lo que él ya sabía, era su compañera destinada, su alma gemela…
- ¿Estás segura? – no pudo evitar sonreír ante su afirmación tan vehemente, se acerco lentamente y con sus pulgares acaricio sus mejillas con extrema gentileza.
- Si, gracias – ella se estremeció sacándolo del transe en el que estaba, ahora que la tenía tan cerca su aroma lo embotaba por completo, su mirada barrio sobre su cuerpo y el deseo se avivo en su interior, quería abrir la bata que la cubría.
- Soy James Davis – ella se movió para tomar la mano que él le extendía y su aroma lo envolvió por completo y junto a la calidez y suavidad de su mano enviaron fuertes ondas de placer por su cuerpo causándole una erección instantánea, se removió incomodo mientras se regañaba internamente porque ella no necesita esto después de lo que acababa de sucederle.
- Sé quién eres, Nova Grant – su voz ahora más suave solo aumento su deseo y envió mas sangre a su entrepierna ahora su pene estaba apretado contra la bragueta de su pantalón con mucha más fuerza, esta vez no pudo evitar las imágenes eróticas que llenaron su mente, necesitaba reclamarla, quería escucharla gemir bajo su cuerpo, que gritara su nombre cuando el clímax la golpeara, derramarse en su interior y llenarla con su semilla.
- Así que lo sabías – su sonrisa se hizo más amplia al ver sus mejillas sonrojarse – no es que quiera preguntar pero ¿Cómo es que no has gritado?
- Es lo mismo que me estoy preguntando yo – su voz fue apenas un murmullo y de no ser por sus oídos súper desarrollados no podría haberlo escuchado parecía ensimismada consigo misma, dejo escapar un suspiro de alivio.
- Yo… – se meció los cabellos nervioso y ansioso en partes iguales, ella parecía no temerle pero ¿lo aceptaría como compañero?
- ¿Qué sucede? – sus preciosos ojos violetas reflejaban genuina curiosidad – se que tal vez esperabas que gritara histérica, pero he leído demasiados libros eróticos sobre hombres lobos... aunque siempre pensé que eran personajes de ficción.
- Libros eróticos uh… – se acerco un poco mas hasta que su pecho rozo el suyo – quiero decirte lo que soy y lo que implica para ti, pero justo ahora solo puedo pensar en tomarte profundamente… quiero que me digas si eso te disgusta ¿te molesta?
- No – rodeo su cintura acercando su cuerpo más aun, enterró el rostro en su cuello aspirando su aroma embriagador.
- ¡Dios! Tu olor esta enloqueciéndome – beso la suave piel mientras sus manos desataban el nudo de la bata y apartaba la tela dejándola caer al suelo – tenía toda la intensión de hacer esto más lento para ti y juro por Dios que quería ser romántico y paciente pero estas en celo y eso esta descontrolándome – gruño al ver que solo llevaba una tanga de encaje blanco y nada más, deslizo las manos por su estomago plano haciendo suaves círculos con sus dedos, ella gimió dulcemente y su aroma se hizo aun mas fuerte – hermosa… ¿quieres que me detenga? – su mano delineo su trasero lentamente ganándose un gemido más fuerte, el olor de su excitación lo golpeo como un bólido excitándolo con más fuerza su erección pulsando dentro de sus pantalones – ¿quieres que siga?
- Uh… aja – tomo su rostro entre sus manos fijando su mirada en la suya.
- Quiero que entiendas una cosa, los lobos somos monógamos… nos emparejamos una vez en la vida y tu eres mi compañera de vida la única que tendré siempre…
- ¿Siempre? – asintió sin apartar la mirada, su sonrisa fue brillante – ¿lo dices enserio?
- Muy enserio… quiero saberlo todo de ti, pero ahora voy a hacerte el amor – unió sus labios, hundió su lengua saboreando su calor… alzándola lo hizo rodearlo con la piernas – ¿tu habitación?
- La puerta al final del pasillo
Se movió con rapidez sin dejar de hundirse en el calor de su boca, la soltó en el suelo al pie de la cama sus ojos azules estaban oscuros por el deseo.
***
El corazón de Nova revoloteaba como las alas de un pájaro queriendo escapar de su caja torácica, no podía creer que estuviera pasando de verdad, que James estuviera en su apartamento, en su habitación haciéndole el amor… en realidad no le importaba que fuera en parte lobo porque ella lo amaba y por extraño que aun le resultaba él deseaba estar con ella para siempre…
La boca de James volvió a tomar la suya con más intensidad su cuerpo vibro de deseo y sintió como se inundaba su tanga, su gruñido de aprobación la hizo temblar. Se arrodillo frente a ella deslizando sus manos por sus muslos y besando su ombligo, sus piernas se estremecieron cuando una de sus manos separo sus muslos acariciando la piel entre ellos sobre la tela de la pequeña braga.
Su canal pulsaba una y otra vez mientras seguía dejando besos húmedos a lo largo de su piel desde el estomago hasta sus rodillas. El calor irradiando desde su interior le puso la carne de gallina, rompiendo en forma de olas sensibles a lo largo de su desnudo estómago.
La despojo de la tanga deslizándola lentamente dejándola completamente desnuda, cerró los ojos disfrutando de la sensación.
- Hermosa – su voz ronca a causa de la excitación, gimió con fuerza cuando sintió su lengua hundirse en su carne sensible y su canal se inmundo aun mas.
sus labios sobre sus duros pezones y sus propias manos no pudieron quedarse quietas mucho tiempo más, las hundió en sus cabellos deleitándose por tenerlo entre sus dedos, sonriendo como tonta por tenerlo con ella y saberlo suyo para siempre… subió hasta su cuello su lengua recorriéndolo lentamente hasta llegar al lóbulo de su oreja el calor sofocante se extendió por su nuca y luchó resistiendo el impulso de apartarse el cabello.
- Mi turno – metió las manos bajo la franela acariciando la piel bajo la tela de algodón, en un rápido movimiento se la saco dejándola caer al suelo, deslizo un dedo por su pecho maravillada por su complexión atlética, siempre había querido saber que se escondía bajo los trajes tan serios que llevaba todos los días y ahora lo sabía, parecía esculpido por el propio Miguel Ángel – eres hermoso.
Dejo que su mano se deslizara por su estomago hasta la orilla de sus vaqueros y no pudo evitar sonreír cuando el gimió, ella esperaba estarlo haciendo bien… lo miro a los ojos antes de besarlo con fuerza otra vez, desabrocho el botón y bajo la bragueta lentamente antes de bajarlos y dejarlos caer hasta sus tobillos.
Jadeo sintiendo el calor agolparse en sus mejillas, el iba estilo comando y su polla había saltado orgullosa la observo en transe mientras lo escuchaba reír por lo bajo, el era grande y hermoso, su respiración se acelero y lo miro a los ojos para encontrarlos nublados por el deseo.
Sus bocas volvieron a unirse en un beso fiero, cayeron a la cama, acaricio sus costados mientras ella lo sentía contra su muslo caliente, grande y masculino.
- Hay unas tres cosas que debes saber antes de que nos unamos, debo morderte para que mi enzima se mezcle con tu sangre y te conviertas en mi compañera.
- Yo… – ella vacilo solo un momento antes de asentir, podía parecer loco pero ella lo sentía correcto y esperaba que pudieran hablar – ¿cuáles son las otras dos?
- Una sorpresa que disfrutaras… y la otra es que estas en celo, tú no puedes percibirlo pero estas ovulando justo ahora y podrías quedar embarazada.
- Yo tomo la píldora y estoy limpia.
- Eso no es problema cielo, nuestra condición de cambia formas anula cualquier anticonceptivo y no podemos contagiarnos con ninguna enfermedad de transmisión sexual – ella lo observo con atención.
- Estoy enamorada de ti ¿sabes? ya te conocía James, mi cafetería está en la planta baja del edificio donde está tu bufete – sus mejillas volvieron a enrojecer por la vergüenza – te veo todos los días y mi compañera de apartamento trabaja como asistente personal de John Rivers…
- Por favor, dime que estoy escuchando bien – la emoción en su rostro, el brillo en sus ojos la conmovieron hasta lo más profundo… tomo una larga respiración y decidió confesarlo todo.
- He oído todo lo bueno que las personas dicen de ti incluyendo a Jane y tu eres tan guapo y sexy… tus ojos azules siempre me han fascinado – su voz se fue apagando, acaricio un lado de su rostro y sonrió cuando el serró los ojos y suspiro, parecía complacido – cuando me di cuenta ya estaba enamorada pero sentía que nunca verías en mi dirección.
- Nova…
- Por favor escúchame ahora que tengo el valor de decirlo, he visto las mujeres con las que has salido a lo largo de este año y son tan hermosas y rubias como Amber Baker – lo vio fruncir el seño – no me sentía a la altura de la competencia, creo que después de que mi ex prometido me dejara por su secretaria rubia y voluptuosa tres años atrás arruino algo mi autoestima… hoy fui a la fiesta con la intensión de verte una última vez para luego intentar olvidarte, el plan era simple divertirme y luego tener sexo salvaje con algún desconocido pero no pude hacerlo, supongo que ese no es mi estilo así que decidí volver a casa y luego ya sabes lo que sucedió…
- Quiero que me escuches con atención, nuestros lobos eligen a una pareja de por vida y tu eres la mía… hace dos días percibí tu olor e intente buscarte pero Amber se guindo de mi cuello y te perdí el rastro – resoplo exasperado – con respecto a ella estoy pensando seriamente en mandarla a la mierda, es exasperante y esta acosándome – la indignación en su rostro la hizo reír, sus piernas se abrieron y James se deslizo entre ellas rozando sus sexos, ambos gimieron – no me siento orgulloso de no haberte encontrado antes cuando has estado tan cerca, pero ahora que te encontré y que me aceptas no pienso dejarte ir, ya te lo dije… estas atada a mí para siempre.
- No me oirás quejarme – lo beso con todo lo que tenia para darle, sensaciones maravillosas construyéndose dentro de ella mientras el devoraba la piel de su cuello, acariciando sus costados haciéndola estremecer.
La atrajo imposiblemente cerca, meciendo sus caderas contra las suyas, dejándola sin ninguna duda acerca de su excitación.
Estaría dentro de ella pronto lo sabía. Nova gimoteó en su boca. Mientras él la torturaba con sus manos y su lengua algo primitivo se despertó en su interior, una necesidad desesperada que no podía explicar ni entender. Era como si estuviera entrando sigilosamente dentro de su piel, convirtiéndose en parte suya, como si de alguna manera sus almas pudieran unificarse y convertirse en una.
Suavemente, pasó los dedos por su grueso, sedoso y espeso cabello, acercando su cabeza a la suya mucho mas mientras el saqueaba su boca. Se movió inquieta contra él, deseándole cada vez más, sin esperas.
Mientras su ardiente boca se cerraba sobre uno de sus pezones, la cabeza de Nova cayó hacia atrás. No era dulce, Nada en absoluto. Sus dientes rozaron su sensible punta, la chupó y encendió, pasando la lengua por ella, torturándola hasta lo imposible, hasta que estuvo deliciosamente dolorida. Y cuando Nova comenzó a gimotear sin sentido, tomó el otro pezón.
Su clítoris ardía y su canal dolía por la necesidad de tenerlo en su interior, llenándola por completo.
- Por favor – su voz entrecortada, su respiración agitada – por favor, James – su mano serpenteo entre sus cuerpos y tomo su polla con fuerza, ella lo quería y lo quería ahora.
James lanzó un gemido lloroso cuando Nova trabajó con su mano arriba y abajo, rodeando su eje aferrándose a su nuca con la otra mano ella buscó su boca otra vez. Se removió contra él, como un gato necesitado pidiendo ser acariciado.
Arqueó sus caderas hacia él, para que el eje de su pene se deslizara fácilmente entre sus resbaladizos labios sus miradas se encontraron cuando él se deslizo hasta la empuñadura en su interior, los dos se quedaron sin aliento.
Salió totalmente de ella y se arqueó cuando la llenó una vez más… Sus gemidos se mezclaron con los suyos, cuando comenzó a moverse. Nova lo rodeo con las piernas y se elevo un poco dándole más acceso y James gruño embistiendo más rápido, con estocadas largas y profundas.
Su corazón se llenó de tanta felicidad, que pensó que en cualquier momento iba a estallar, pero cualquier pensamiento coherente fue conducido lejos de su mente cuando James se levantó, apoyó las rodillas en la cama y empezó a empujar con implacable fuerza.
Nova no fue capaz de algo coherente, solo era capaz de gemir mientras James la llenaba por completo una y otra vez, sin previo aviso un espasmo la sacudió. Echó atrás la cabeza hacia y gritó cuando sacudidas violentas de nebuloso placer la hicieron sentirse a flor de piel… y mientras se elevaba James enterró su rostro en su cuello, sintió sus dientes rozar la unión entre su cuello y hombro, y con ello el clímax de Nova comenzó de nuevo mientras el deslizaba una mano en la parte baja de su espalda, inclinando sus caderas para tomarla con castigadores impulsos y hundiendo los dientes en su carne, gruñendo contra su piel, con el cuerpo tenso, mientras se hundía en ella una vez y otra vez, su polla latió en su interior, y entonces se desplomó encima de ella.
- Te amo – abrió los ojos ante su afirmación, y antes de que pudiera decir algo, se movió y la arrastró, abrazándola.
Se acurruco contra su pecho su mente absorbiendo lo que el acababa de decirle, la amaba, nunca en su vida había estado tan satisfecha y repleta de amor. Intento moverse pero lo sintió dentro de ella y gimió cuando se movió en su interior.
- Algo que olvidaste decirme – lo miro a los ojos, no parecía culpable al contrario su mirada le decía que sabía de que se trataba y lo estaba disfrutando.
- Te dije que había una sorpresa… eso es el nudo, te dije que estarías pegada a mí para siempre preciosa, te amo – le aparto el cabello del rostro acariciando su piel con suavidad rozando la marca en su cuello, ella gimió.
- Te amo James…
- Bien… – la beso con suavidad y extrema dulzura, ella lo había anhelado tanto sintiéndolo tan inalcanzable que aun le parecía un sueño tenerlo allí con ella… ella era su compañera de alma y no podía estar más feliz.
Se moría por hablar con él y conocerlo a profundidad, saber de su familia y de su condición de lobo pero ahora estaba demasiado agotada, suspiro feliz mientras lo sentía deslizarse fuera de su cuerpo.
Sus ojos se cerraron y ella se abandono a la inconsciencia no sin antes sentirlo besar su frente murmurándole su amor al oído…
- Te amo mi preciosa compañera – si, ella era la compañera de un lobo y no podía estar más feliz por ello.
Fin
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