sábado, 8 de junio de 2013

Siempre Hay Esperanza...




Siempre Hay Esperanza...



“Existe un instante en el que las estrellas brillan con más fuerza y los destinos se fusionan, creando la unión perfecta…”




Dane Carter ha estado casado con Kelly Tomas por cinco años, felices y plenos. Amigos desde la infancia crecieron juntos porque vivían uno al lado del otro, novios desde la escuela han sufrido altos y bajos en su relación. Han estado juntos en los buenos y malos momentos dándose apoyo mutuo.
Cuando los padres de Kelly murieron en un terrible accidente de auto cuando volvían a su casa luego de la graduación de Kelly, ese accidente la dejo en coma un mes entero y el siempre estuvo a su lado esperando y rezando porque despertara, queriendo ser lo primero que ella viera al despertar y cuando lo hizo, cuando sus preciosos ojos azules se abrieron por fin se había sentido el hombre más afortunado del mundo al poder mirarlos de nuevo y perderse en su profundidad.
Había permanecido a su lado durante tola la rehabilitación por las heridas dejadas por el accidente, acompañándola a visitar la tumba de sus padres y consolándola todo el tiempo que fue necesario, viviendo junto a ella su duelo, confortándola, dándole abrigo, porque él la amaba más que a nada en el mundo y por supuesto se había convertido en el hombre más feliz cuando ella había aceptado su propuesta de matrimonio.
Ella siempre estaba para él, amándolo de manera incondicional, siendo su soporte, apoyándolo e incitándolo siempre a ser mejor persona, porque ella era su puerto seguro y eso había quedado más que demostrado cuando su padre había muerto un año a tras a consecuencia del cáncer de estomago y el casi se había derrumbado.
Afortudamente Kelly lo había consolado y reconfortado. Porque ahora el solo la tenía a ella y era la única mujer en la que confiaba después de todo su madre lo había abandonado cuando apenas tenía seis meses de vida y su padre lo había sacado adelante solo. Si, Dane era un hombre sumamente feliz y claramente consciente de lo afortunado que era.
Se apoyo en el marco de la puerta, sus ojos fijos en la hermosa mujer que tarareaba una dulce melodía mientras le daba los últimos toques a la habitación del bebe. El brillo en sus ojos, el halo a su alrededor la hacían aun más hermosa con su pancita de ocho meses, la observo sentarse en la mecedora de madera, un recuerdo de sus padres que Kelly adoraba con locura, en sus manos un pequeño mameluco azul suave abrazado contra su pecho mientras se mecía suavemente tarareando aun la tierna melodía. Tomando el celular de su bolsillo trasero encendió la cámara grabando tan precioso momento no solo en su memoria, ella le envió una sonrisa en su dirección cuando por fin noto su presencia.
-         Hola tu extraño ¿Ahora eres un mirón pervertido? – le lanzo un beso mientras se reía divertida, su risa que parecía el sonido de campanitas siempre calentaba su corazón.
-         Quiero guardar este momento de manera permanente.
-         Bueno el bebe llegara muy pronto… soy tan feliz Dane.
-         Yo también preciosa y todo te lo debo a ti… ahora cumple con los deseos de este extraño pervertido y canta otra vez…
-         Está bien – el amor en su mirada siempre lo hacía sentir un suertudo – los amo a los dos.
-         Yo también te amo.
-         De acuerdo – ella comenzó a tararear nuevamente mientras acariciaba la pequeña prenda sobre su estomago sin apartar la mirada de él, un momento mágico, único grabado para siempre en algo más que su memoria.
Las cosas eran perfectas así, su hermosa esposa y su primer hijo en camino… nada podría ser mejor y no iba a ser avaricioso pidiendo más cuando ya había recibido muchos preciosos regalos de la vida.

***

No pudo evitar sonreír al verla acurrucarse hasta hacerse una bolita bajo las sabanas ahora que él no estaba allí para darle calor, tomando su bolso de trabajo la miro por última vez antes de salir por la puerta, estaba algo ansioso y preocupado por ella y el bebe, la fecha de parto de Kelly había pasado ya pero parecía que el bebe tenía sus propios planes puesto que aun no había querido nacer aun.
Mientras avanzaba por la carretera hacía la escuela esperaba fervientemente que cuando llegara el momento estuviera presente, no le gustaba la idea de que ella pudiera enfrentarse a todo sola cuando él estaba allí más que dispuesto. Le gustaba su trabajo como entrenador del equipo de baloncesto, se había sentido realizado cuando había regresado a su anterior escuela como maestro, le gustaba el deporte y poder compartir sus conocimientos era una buena cosa.
Saludo a algunos maestros a su paso hacía el gimnasio para comenzar el día, tal vez se sintiera tan bien volviendo a su antigua escuela porque solo le traía muy buenos recuerdos y todos protagonizados por Kelly claro, muchos pensarían que casarse con su novia de la escuela era un mal cliché pero él lo veía como la mejor decisión que hubiera tomado nunca en su vida y de la cual no se arrepentía.
A lo largo del día había comenzado a sentirse algo inquieto, como si algo importante estuviera por pasar pero no podía pensar en nada más que el hecho de que la extraña sensación estuviera relacionada con Kelly… los chicos del equipo trabajaron rápido y de manera diligente y estaba agradecido por ello, eran buenos chicos algo rebeldes pero quien no lo es en la adolescencia y el tenia mucha experiencia en ello.
Se había casado a los veintiuno nada más graduarse de la universidad y ahora a sus veintiséis se veía recompensado con todas las cosas buenas que tenía.
Ocho horas después estaba de vuelta en el auto y de camino a casa queriendo llegar lo antes posible junto a Kelly y el bebe, el nudo en su estomago se apretaba más y más ý no le gustaba para nada la sensación así que quería llegar lo más rápido que el auto le permitiera.
En cuanto cruzo el umbral de la puerta supo que toda su ansiedad estaba más que justificada porque su preciosa esposa estaba encorvada sosteniendo su estomago mientras intentaba llegar al teléfono… no perdió tiempo en nada más, la tomo en brazos con rapidez evitando resbalar con el charco de agua en el medio de la habitación.
-         Rompí fuente Dane, me duele mucho…
-         Tranquila cariño, vamos al hospital y todo estará bien lo prometo – ajustándole el cinturón de seguridad se precipito a toda velocidad hacía el hospital, tomando la autopista como si de una pista de carrera se tratase.
Grito mientras se bajaba en la entrada de urgencias aliviado de ver a los enfermeros correr con una silla de ruedas hacía ellos, acomodo a Kelly y siguió la silla dentro del hospital no dispuesto a separarse de ella.  
Protesto y gruño todo lo que quiso pero ni así lo dejaron entrar al quirófano después de descubrir que había complicaciones serias con el parto.
Se deslizo por la pared hasta sentarse en el suelo mientras esperaba por noticias, alguien tenía que apiadarse de su histeria y decirle que Kelly estaría bien, que todo estaría bien…
Las horas que siguieron fueron eternas mientras esperaba intentando ser paciente, tratando de auto convencerse de que todo saldría perfectamente.
Tenía esperanza de que todo lo que estaba pasando no sería más que una anécdota que contarían a su hijo en el futuro, porque no podía pasarle nada malo a Kelly, el moriría si algo le pasara a la mujer que amaba, estaría totalmente perdido sin ella…
Levanto el rostro con violencia cuando una mano sacudió su hombro llamando su atención, se puso de pie rápidamente observando al médico con suma atención.
-         ¿Cómo esta Kelly y el bebe?
-         El bebe está bien, ahora lo están limpiando, midiéndolo y pesándolo… es un bebe muy sano…
-         ¿Kelly? ¿Cómo esta mi esposa?
-         Lo siento mucho pero… – Dane dejo de escuchar, sus oídos parecieron llenarse de aire y todo comenzó a dar vueltas a su alrededor.
Todo fue en cámara lenta, se apoyo contra la pared mientras palabras a la zar entraban en su mente atravesando la bruma que lo embotaba, Kelly estaba muerta, hemorragia, paro cardiaco…
¿Cómo era posible? Ella no tenía problemas del corazón, el lo sabía porque era su esposa y sabía todo sobre ella.
Todo fue como un borrón después de eso, fue consciente de tener al bebe entre sus brazos, de salir del hospital, del funeral de Kelly… se sentía solo y muy, muy perdido ¿Cómo podría seguir adelante sin ella? ¿Cómo tener esperanza cuando se sentía completamente destruido? Y su hijo, estaba furioso con el bebe ¿Cómo podría amarlo cuando Kelly había muerto dando a luz, dándole la vida a costa de la suya? Tal vez estaba siendo injusto pero no se sentía bien con él, no lo quería cerca, solo quería a Kelly de vuelta.

***

El llanto estridente y desesperado del bebe le sobresalto, resoplo mientras se dejaba caer de nuevo contra la almohada cansado y demasiado exasperado para seguir soportándolo, sobre la mesa de noche descansaba el folleto con la información necesaria para tramitar una adopción.
Estaba desesperado por acabar con todo el dolor que lo consumía, no podía tenerlo consigo, se sentía roto e incapaz de quererlo… se sentó en la orilla de la cama meciéndose los cabellos mientras el llanto se hacía cada vez más intenso, lo único bueno que podía darle era entregarlo en adopción a una familia que si lo quisiera ¡Dios! Ni siquiera le había puesto un nombre.
Camino con parsimonia hasta la habitación del bebe, en la cuna este se retorcía y lloraba sin descanso, lo tomo en brazos y camino hasta la cocina donde le preparo un nuevo biberón y le dio de comer aun en transe, lo dejo de nuevo sobre la cuna y volvió a su habitación dejándose caer sobre la cama con la mirada gacha, odiaba sentirse un desarmado pero extrañaba tanto a Kelly y por más que lo intentaba no lograba sacarse el resentimiento que sentía por el bebe, su mirada volvió a caer sobre el folleto sintiendo el nudo en su corazón y estomago ¿Sería capaz de apartarse de su bebe? No podía dejar de sentir que todo era culpa de su hijo  y eso estaba atormentándolo ¿Cómo podría superar todo esto solo?
El bebe comenzó a llorar con más fuerza esta vez, sintió que la ira lo invadía con una intensidad que lo dejo abrumado, dejo escapar un fuerte grito intentando descargar la rabia y el dolor, casi un mes entero de sentirse en el limbo y a la deriva.
Camino de regreso hacia la habitación del bebe, jalo su cabello con tanta fuerza que lo sintió en su cuero cabelludo… sentía su corazón oprimirse con fuerza, como si un puño invisible se cerrara sobre el ¿De verdad sería capaz de abandonar al bebe?
Lo tomo en sus brazos meciéndolo con algo de desesperación ¿Por qué no se callaba? Ya lo había alimentado y cambiado ¿Qué mas podría querer? Regreso a su habitación, tomo el folleto y su celular con la mano libre, tal vez había llegado el momento de llamar, de decidirse a alejar el recuerdo tan vivo de la partida de Kelly.
De camino a la sala tropezó con el coche del bebe y el celular resbalo de su mano estrellándose contra el pequeño parque del bebe, su corazón se detuvo.

***
La luna ya está en lo alto del cielo,
Velando tú sueño con dulzura,
Ella quiere acompañarte en tus sueños,
Quiere susurrarte al oído…
No temas a la oscuridad, pues la luna siempre te cuidara,
Ella presta su luz para iluminarte el camino,
Las estrellas también te acompañan titilando felices,
En tu mundo de sueños, mientras duermes…

La dulce voz de su esposa emergía del teléfono móvil envolviéndolo por completo, el bebe dejo de llorar inmediatamente, emitiendo suaves arrullos soñoliento mientras se llevaba su pequeño puño a la boca.
Se dejo caer al suelo apoyando la espalda contra la pared, coloco el teléfono frente al rostro del bebe dejándolo mirar a su madre, el video que él había tomado mientras ella se mecía feliz ahora calentaba su corazón y deshacía el nudo en su estomago.
¡Jesús! Que estúpido había sido, se sentía tan traicionado y molesto que solo había tomado en cuenta su dolor, solo había necesitado oír nuevamente la voz de Kelly, cantándole al bebe, hablándole de lo feliz que era y de lo mucho que amaba a su hijo y el estaba allí casi a punto de entregárselo a otra familia.
Amaba a Kelly con todo su ser y aun era muy pronto para dejar de sentir la dura agonía, tal vez nunca pudiera dejar de sentirla pero el bebe era un pedacito de ambos, del amor que se tenían los dos y el no tenía derecho a deshacerse de él ¿En que estaba pensando?
Dejo el teléfono a un lado y apretó al bebe contra su pecho, oliendo su dulce aroma, besando su frente…había estado tan equivocado, pero sin embargo Kelly volvía a demostrarle que siempre había esperanza, que no había que darse por vencido, más allá de la muerte ella le seguía demostrando que lo amaba, que seguía siendo su apoyo y fortaleza.
Observo el folleto nuevamente antes de arrugarlo y tirarlo al piso, negando lentamente ante su inmadurez, nunca dejaría de amar a Kelly, nunca dejaría de recordarla y añorarla pero ella se había asegurado de no dejarlo solo y había estado tan ciego que no se había permitido verlo, afortunadamente para él ya había sacado la cabeza de su trasero, ahora las cosas serian diferentes.
Sentía que el último mes había estado muerto en vida, viviendo a través de una densa bruma que poco a poco comenzaba a disiparse.
-         Tu padre ha sido un completo imbécil pequeño – acaricio la sonrosada mejilla del bebe, sonriendo cuando este sonrió en respuesta – Kevin, a tu madre siempre le gusto ese nombre… tu y yo ahora somos un equipo…
Sonrió de verdad por primera vez en semanas, su corazón inflándose con todo el amor que tenia para dar, solo se había dejado aplastar por el dolor pero ahora sabia que los tiempos oscuros habían pasado y que todo mejoraría a partir de allí, ciertamente no sería fácil criar a Kevin solo, pero tenía la certeza de que su amada Kelly siempre estaría allí apoyándolo, enviándole señales y cuidándolos.
Podía hacerlo, estaba plenamente seguro de que él y Kevin lo lograrían, harían sentir a Kelly orgullosa de ellos, elevo la mirada al techo enviando una silenciosa plegaria y dando a su vez las gracias.
-         Quiero presentarte a tu mama – Tomo nuevamente el teléfono reproduciendo por segunda vez el video que acababa de salvarle la vida…
La suave voz de su esposa se escucho de nuevo en toda la estancia, cerró los ojos dejando caer la cabeza hacia atrás, contra la pared, las lagrimas deslizándose por sus mejillas calientes al principio, frías al final, pero esta vez eran de puro agradecimiento.
No, no sería una tarea fácil pero estaba dispuesto a enfrentarla y salir airoso, por Kelly, por Kevin, por su pequeña familia… la vida le había demostrado una y otra vez que cuando se cierra una puerta siempre se abre una ventana, no siempre todo está perdido.
Porque pase lo que pase, no importa que tan malo sea, siempre queda la esperanza… siempre hay una nueva oportunidad.



FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario