sábado, 8 de junio de 2013

Omega, I Parte

Capitulo Único



El viaje había sido tranquilo y sin contratiempos y Tori lo agradecía enormemente, había dormido la mayor parte del camino y el resto del viaje lo había dedicado a terminar de leer Apocalipsis de Stephen King su escritor favorito, ahora mientras el autobús se detenía por completo en la terminal su mente recordaba con claridad el día que se marcho de Great Falls para vivir con su abuela materna en el condado de Yellowstone luego de la muerte de sus padres, en ese tiempo ella había tenido quince años y se había sentido tan triste y sola que le había pedido al mejor amigo de su padre y quien tenía su custodia que la enviara con la nana Anna su abuela, lejos de los recuerdos dolorosos y de su amor imposible.
Ben O’ Brian que en ese tiempo tenía veintiún años y no sabía ni que existía, para el ella era solo la hija de Frank Evans el jefe de policía y mejor amigo de su padre. Ahora nueve años después estaba de regreso en su ciudad natal convertida en una hermosa mujer de veinticuatro años y con un título universitario en veterinaria, aun no estaba segura de lo que encontraría porque en nueve años las cosas pueden cambiar mucho, pero estaba feliz de estar de vuelta.
Victoria Evans o Tori como le gusta que la llamen siempre ha sido consciente de que es diferente, su padre era un cambia formas y aunque su madre Teresa era humana cuando su camino se había cruzado con el de su padre, Frank la había reclamado como suya y convertido en su igual a través de la marca de acoplamiento y ella podría correr con la misma suerte si era reclamada como compañera por algún lobo de la manada, si la manada Great Falls de Were – Lobo era una de las más grandes e importante de Montana.
La abuela Anna había muerto tan solo dos años atrás y ella se había quedado sola de nuevo y aunque se había esforzado en seguir adelante concentrándose en el trabajo nada había sido lo mismo, así que un par de meses atrás cuando Liam O’ Brian hermano menor de Ben se había puesto en contacto con ella y ofrecido el puesto del antiguo veterinario de la ciudad ella había aceptado sin pensárselo dos veces, extrañaba el lugar donde había crecido y era hora de regresar a él.
Respiro profundo deleitándose con la pureza del aire y los preciosos recuerdos que acudieron a su mente, ella y sus padre habían sido completamente felices en esta tranquila ciudad y ella esperaba serlo de nuevo, se acomodo el pequeño bolso de viaje que había llevado dentro del autobús y camino con tranquilidad hasta donde estaban su equipaje pesado, dos maletas lo suficientemente grande para guardar su ropa y algunos recuerdos personales. Los muebles así como la casa de su abuela ya habían sido vendidos y le había sorprendido la rapidez con la que había encontrado comprador, era una buena cosa.
-          ¡Hey! – hacia ella se acercaba una bonita pelirroja, con pasos felinos y elegantes – soy Dana la esposa de Liam – Tori asintió lentamente sonriendo mientras estrechaba la mano de la mujer preguntándose como la había reconocido – te ayudo.
-          Gracias, estaba pensando cómo manejar las dos maletas ¿Cómo me reconociste? – Dana le sonrió con diversión y ella no pudo evitar devolvérsela, la mujer tenía unos bonitos ojos marrones, caminaron hasta una Suv negra y después de guardar las maletas en la parte trasera emprendieron el camino.
-          Me alegra que hayas aceptado volver, John y Eileen están felices… y en cuanto a tu pregunta pues te pareces a tu madre, hay una foto de ellos en el edificio del consejo así te reconocí.
-          A mí también me alegra regresar y gracias – el silencio que se instalo entre ella fue cómodo, Tori se dedico a mirar por la ventana admirando lo hermoso que seguía siendo Great Falls y lo poco que habían cambiado las casas y calles, el que se pareciera a su madre le daba placer y la hacía sentir aun más cerca de ella.
La camioneta se detuvo frente a la enorme casa O’ Brian y mientras bajaba de auto no pudo evitar recordar los buenos momentos vividos en ella, estaba igual a como la recordaba aunque ahora estaba pintada de un bonito color marfil, sonrió con algo de nostalgia, había sido en una fiesta de la manada celebrada en esta casa dos semanas antes de la muerte de sus padres que ella se había dado cuenta de lo enamorada que estaba de Ben y esa misma noche el había roto su corazón sin saberlo.
El había pasado toda la noche de la mano de Cindy Meltzer una preciosa morena, ella se había tenido que tragar sus sentimientos y aceptar que él nunca miraría en su dirección, ahora a sus veinticuatro años y luego de un par de novios en la universidad estaba segura de haberlo superado o eso esperaba porque hasta que no estuviera frente a Ben no lo sabría a ciencia cierta… haciéndose con las maletas avanzaron hacia la casa, se quedaría con los O’ Brian después de la advertencia de Liam de que Eileen no aceptaría otra cosa.
-          Eileen ahora no está en casa pero tu habitación esta lista – definitivamente la casa estaba tal y como ella lo recordaba, subieron las escaleras hasta el segundo piso y avanzaron por el amplio pasillo hasta una puerta de roble al final del pasillo, Dana abrió la puerta y avanzo dentro de la habitación extendiendo los brazos de manera teatral – tu habitación.
-          Es hermosa, gracias – colores pasteles creaban un suave contraste con el color caoba de la madera y un enorme ventanal dominaba la pared frente a la puerta, preciosa.
-          Bien te dejo para que descanses, bienvenida.
-          Gracias Dana – la observo salir de la habitación serrando la puerta tras ella, dando un suave suspiro se dispuso a recorrer la habitación para familiarizarse con ella, sentándose sobre la cama se saco las botas a tirones y la chaqueta antes de dejarse caer sobre el suave colchón.
Abriendo las maletas paso la siguiente hora acomodando su ropa en la cómoda y el closet de la habitación, y también su neceser de artículos personales en la repisa del baño, satisfecha y con nada más que hacer por el momento se despojo de su ropa y calcetines dispuesta a tomar un rico baño caliente. Sus músculos se relajaron cuando los chorros de agua caliente masajearon su espalda y hombros.
Estaba feliz de haber regresado a su hogar y a la manada, su padre había sido el jefe de policía y el ejecutor de la manada y sabía que era el lugar que ahora ocupaba Ben. Bueno tal vez ella nunca tendría a él sexy Ben O’ Brian pero por lo menos estaba de regreso con los suyos e intentaría ser feliz.

-          Estoy de regreso – tomo una toalla esponjosa y se seco por completo, estaba más que claro que Eileen quería hacerla sentir cómoda y ella lo agradecía enormemente. Tomando un pijama de franela se preparo para dormir un rato después de tan largo viaje, el reloj de la mesita de noche marcaba las tres de la tarde tal vez podría dormir un par de horas antes de encontrarse con la familia O’ Brian en pleno. Se metió bajo las sabanas acurrucándose en la suavidad del algodón suspirando dócilmente se dejo ir en los brazos de Morfeo.


***

Ben O’ Brian sonrió de nuevo al ver a su madre jalonear a su padre hacia el auto, quien diría que la pequeña Eileen con solo 1.52 metros y 50 kilos tendría tanta fuerza para hacer con su padre lo que ella quisiera y eso que John O’ Brian era el Alfa de una manada de lobos y una mole de seis pies con tres pulgadas de altura (1.95mts) y 127 kg, era una característica muy común entre los miembros masculinos de la manada ser grande y corpulento, era bastante normal para un cambia formas.
El entusiasmo de su madre se debía a la llegada de Victoria Evans la hija de Frank y Teresa Evans miembros fallecidos de la manada y mejores amigos de sus padres, el solo recordaba a una adolecente demasiado tímida con unos ojos azules gatunos muy bonitos pero nada más, en esa época el había tenido la cabeza embotada por Cindy Meltzer y no había prestado atención a nada mas a su alrededor. Afortunadamente para el había descubierto las verdaderas intenciones de la mujer y ahora la evitaba como a la peste aunque parecía que ella no se daba por enterada, demasiado exasperante.
Cindy había perdido a su padre unos cuatro años atrás víctima de un accidente de auto si bien los cambia formas se curaban bastante rápido y tenían muchas ventajas sobre los humanos en cuestión de salud no era inmortales y un golpe en la cabeza era igual de peligroso para ellos, así que él pobre hombre había muerto en el acto y puesto que su madre había perecido mientras daba a luz a Cindy, cuando se quedo sola la manada la protegió con mas ahincó y él se sintió aun mas unido a ella por empatía pero luego había descubierto que ha ella poco le importaba lo que había sucedido con sus padres y su único interés por Ben se debía al hecho de que quería ostentar el titulo de compañera del hijo mayor del alfa y futuro sucesor, se había sentido un completo idiota por no decir que utilizado y furioso así que él había cortado cualquier tipo de relación con ella y la había amenazado con desenmascararla frente a la manada pero ni eso había detenido a la insufrible mujer de atosigarlo, suspiro profundamente alejando cualquier pensamiento que involucrara a Cindy Meltzer no dispuesto a arruinar su buen humor.
-          Uno pensaría que al ser el Alfa de una manada de lobos obtendría un poco de respeto de su compañera – su sonrisa se hizo más amplia ante las palabras de su hermano.
-          Todos saben que mamá es quien lleva los pantalones en realidad – su hermana pequeña Kyra aprovechando siempre cualquier ocasión para divertirse a costa de su padre.
-          Los estoy escuchando… suban al auto de una vez antes de que le de algo a su madre – amaba a su loca familia más que a nada, todos estaban bien locos pero eso estaba bien para él... Subieron a la Tahoe negra de su padre todos juntos, él le había prestado su Suv a Dana para que fuera a la terminal de autobuses por Victoria.
El camino de regreso a casa fue tranquilo a pesar de las constantes bromas de Kyra y la impaciencia de su madre, al entrar en la calle de la casa familiar diviso su Suv estacionada en la entrada claro signo de que Dana ya estaba de regreso. El auto aun no se había detenido y su madre ya había saltado fuera de él y caminado a toda prisa con su hermana pisándole los talones.
-          Las mujeres son criaturas muy extrañas – asintió lentamente a la afirmación de su padre, en definitiva las mujeres eran muy extrañas. Avanzaron hasta la casa a paso lento mientras hablaban de nuevo sobre los puntos expuestos en la reunión del consejo, todos coincidían en que el problema de los renegados afectaba a la manada y a la ciudad por igual.
En la sala solo estaban su madre, hermana y cuñada enfrascadas en una intensa conversación, no pudo evitar poner los ojos en blanco ¡mujeres! Se encamino a la cocina por algo de agua pero el delicioso olor a lavanda lo hizo detenerse a mitad de camino, las aletas de su nariz se agitaron con fuerza mientras se embebía con el delicioso aroma, su lobo gimoteo removiéndose ante el olor y su miembro se apretó contra la cremallera de sus vaqueros.
Avanzo con más rapidez hacia la cocina puesto que el aroma se concentraba en ese lugar, se detuvo en el umbral de la puerta. La mujer más hermosa que hubiera tenido la oportunidad de ver estaba concentrada preparándose un sándwich en el mesón central de la cocina, cabello liso negro como las alas de un cuervo enmarcaban un rostro en forma de corazón, nariz pequeña y respingosa, labios gruesos y rosados, el sweater  azul que parecía ser de algodón se amoldaba a su cuerpo de forma suave tanto que podía ver claramente la forma de sus senos y las curvas en su cintura.
Sus ojos siguieron en trance el movimiento de sus manos al preparar la comida y luego la trayectoria de la misma hasta la preciosa boca, sus ojos se encontraron y no pudo evitar perderse en unos profundos ojos azules gatunos rodeados por gruesas y largas pestañas, ella dio un respingo al notarlo y disfruto del sonrojo en sus mejillas y cuello. Su aroma se hizo mucho más intenso golpeándolo como un bólido, su lobo gimoteo con más fuerza completamente feliz, lavanda, vainilla, canela y algo más pero desapareció tan rápido que no pudo tomarlo en cuenta… No sabía qué buena obra había hecho en su anterior vida pero estaba agradecido por tan precioso regalo, justo ahora frente a él estaba su compañera predestinada y era hermosa.

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