*/*/*
Una
semana después seguía sintiéndome aun más extraña y definitivamente seguía en
la dimensión desconocida, porque ahora era yo la que le rehuía a Paul con mas
ahincó del que hubiera esperado y aun estaba sorprendida por estar resistido
tanto y más aun cuando lo veía con esa cara de perro apaleado y abandonado.
Bueno,
aun seguía sin saber quién era mi acosador pero ya había solucionado el asunto
del fotógrafo así que por ahora estaba bien con eso, ahora me dirigía sola a
una nueva llamada, Dominic estaba en otra ahora que estábamos un poco cortos de
personal, extraño, parecía que todos los delitos habidos y por haber estaban
sucediendo en la ciudad.
Y
ahora que lo pensaba, tal vez todo esto tuviera algo que ver con mis extraños sueños
y presentimientos, bueno, y todo lo demás, algo muy extraño estaba sucediendo y
aunque no entendía ¿Cómo? O ¿Por qué? Estaba segura de que las cosas estaban
por empeorar.
El
museo metropolitano de nueva york era uno de los más importantes museos del
mundo y una joya arquitectónica además, aunque justo ahora era una escena del
crimen, por lo que sabía nadie había podido responder a la llamada, pero quien había
llamado al 911 había reportado a un vigilante muerto.
Me
estacione en la parte de atrás y avance por el estacionamiento casi desierto,
solo mi Jeep y una patrulla le hacían compañía a la van con la enorme
calcomanía que la identificaba como propiedad del museo, me estremecí ante la
tremenda ráfaga fría que azotó de repente, la piel de mi nuca se erizo y no
pude evitar detenerme para mirar detenidamente a mi alrededor, eran las cinco
de la tarde y sin embargo el cielo estaba tan oscuro que bien uno pensaría que
eran las ocho.
Parecía
que estaba por precipitarse una gran tormenta, el cielo se rasgaba en algunos
lugares con rayos plateados, últimamente la naturaleza parecía estar algo loca
y por alguna extraña razón yo podía sentirlo en mi piel, como si pudiera
comunicarme con ella con total facilidad.
Reanude
mi andar hacia la puerta doble de servicio, justo ahora me sentía más que
acosada… la calidez me envolvió al entrar en el edificio, avance por el pasillo
hasta que pude vislumbrar a Todd Baker el más reciente agente en unirse a la
policía, le devolví el saludo.
-
¿Dónde están los demás?
-
El forense aun esta algo ocupado y los
criminalistas están algo cortos de personal – asentí ante su explicación – tendremos
que esperar una hora hasta que puedan venir…
-
Bien – me asome al cuarto a mi derecha
solo para ver el cuerpo en el suelo inerte y sin vida, que desperdicio – voy a
revisar y ver que encuentro…
-
Claro, estaré atento…
Ante
mi se abrieron paso la galería de armas y armaduras, simplemente impresionante,
por lo que sabía este precioso museo estaba lleno de galerías llenas de
maravillosas obras de arte e historia… podía ver las banderas de los países
identificando cada una de las exposiciones y estaba impresionada…
Simplemente hermoso…
El
ambiente cambio por completo, el aire se volvió mucho mas frio y pesado, una
blanca niebla se arrastraba por el impecable piso directo hacia mí, sentía como
si estuviera en mi extraño sueño de nuevo, mi piel se erizo y el escalofrió que
recorrió mi columna vertebral fue casi violento.
-
Allegra…
–
recorrí con la mirada toda la inmensa estancia pero no podía encontrar a la
dueña de la dulce voz – Allega…
-
¿Hola? ¿Hay alguien…? Por supuesto que no
hay nadie…
-
Estaba
esperándote…
Parpadee,
una gran bandera de Noruega coronaba un lado de la pared parecía una exposición
de ese país, camine lentamente hacia ella, mi corazón se acelero con fuerza, la
adrenalina corriendo por mis venas a gran velocidad, en menos de un parpadeo
estaba frente a ella, mi mano se movió por voluntad propia.
-
Allegra…
No
pude evitar acariciar la suave tela, estaba tibia al tacto y ondeaba como
suaves olas en el mar, el calor subió por mi mano, mi brazo y se extendió por
todo mi cuerpo. Cerré los ojos, suspirando, dejando que la calidez me
envolviera como un dulce capullo…
Al
abrir los ojos de nuevo, por un momento mi estupor fue enorme, ya no estaba en
el museo… me encontraba en un fiordo imponente, largo, estrecho y de gran profundidad.
La visión era luminosa, espectacular y hechizante, parecía que podía tocar el
cielo con las manos.
Extraordinario…
Aunque
no sabía dónde estaba o como había llegado aquí solo estaba segura de que ya no
estaba en el museo, en nueva york…
-
Es como magia…
-
Así es – la mujer que aparecía
constantemente en mis sueños estaba allí, a solo un brazo de distancia.
-
¿Cómo…?
-
Desde el momento en que naciste, estabas
destinada a estar hoy aquí…
-
¿Dónde estoy?
-
Noruega por supuesto…
-
Por supuesto – mi boca se frunció –
puedo saber…
-
Si…
-
¿Qué está sucediendo?
-
Loki, el más ambicioso de los dioses,
símbolo de dolor, creador de la discordia…
-
¿Dioses? ¿Como en la mitología?
-
Los humanos se han cerrado a la magia,
eso está bien, la magia no es un juego y muchos humanos jamás estarán listos
para ella.
-
Bien, no puedo estar en contra de ello…
aunque es absurdo que le encuentre lógica a todo esto…
-
Eres especial, siempre lo has sido…
-
¿Por qué has estado invadiendo mis
sueños? ¿Qué estoy haciendo aquí?
-
Loki se ha apoderado de dos objetos muy
preciosos y por de más de gran poder, en manos equivocadas no pueden causar
ningún bien, esto no solo afecta a nuestras tierras sino que se extiende por
todo el mundo, por eso es que has visto como se han descontrolado las cosas en
la ciudad en donde vives…
-
Pero ¿Qué puedo hacer yo?
-
Fuiste escogida y si aceptas el llamado
de Odín entonces podrás luchar contra el mal que intenta aplastarnos…
-
¿Quién eres? – di un paso hacia ella
pero comenzó a desvanecerse…
-
Eso no es relevante pequeña, escoge
sabiamente…
Luego
simplemente no estaba, aspire con todas mis fuerzas el aire puro de la
montaña << es tan raro que yo no
le encuentre contradicción a todo esto >> y sin embargo aquí estaba completamente
segura de que no lo estaba soñando, esto era totalmente real…
Me
moví dispuesta a explorar el lugar en el que me encontraba pero una figura
apareció cerrándome el paso. Una mujer joven de dorados cabellos y facciones
gráciles, envuelta en una elegante túnica de seda blanca portando una extraña
caja de madera de fresno, la mire con abierta curiosidad…
-
Soy Iâunn – su voz suave pero firme – he venido aquí porque los dioses han
manifestado que son ustedes quienes nos ayudaran a detener la amenaza que se
cierne sobre nuestras tierras…
-
¿Ustedes?
-
No eres la única que ha sido escogida
Allegra Carson. Otros iguales de especiales que tú han recibido este
privilegio…
Busque
con la mirada a los demás pero solo estábamos ella y yo en medio de este
hermoso paisaje, esto cada vez era más extraño, estaba por decirle que solo
estábamos nosotras cuando ella se movió abriendo la caja que llevaba una
manzana y la extendió hacia mí.
-
Una vez que comas de esta manzana, tu
cuerpo dejara su simple condición mortal y por lo que dure esta misión te
convertirás en una divinidad, dioses nórdicos capaces de combatir la amenaza
que representa Loki…
La
angustia en su voz calo hasta lo más hondo de mí y mi estomago se apretó con
fuerza, estire la mano para tomarla pero dude ¿Qué estaba haciendo? ¿En qué me
estaba metiendo? Tal vez esto no era real, quizás solo era parte de mi
imaginación, otro loco sueño.
-
Es tu decisión aceptar todo lo que
conlleva esta llamada, la decisión es solo tuya…
Tome
entonces la manzana sin volver a detenerme a pensar lo que estaba haciendo,
realmente estaba sucediendo y tenía la certeza de que todo esto tenía que ver
con mi presentimiento de que algo grande se fraguaba en algún lugar, que un
nuevo acontecimiento iba a cambiar muchas cosas, incluyendo mi forma de ver el
mundo.
Muerdo
la perfecta fruta, el refrescante sabor se desliza por mi garganta, mis ojos se
cierran con deleite porque nunca había probado nada igual, tan fresco y dulce.
Los
efectos fueron inmediatos, la sangre en mis venas corrió a gran velocidad,
bullendo en mi interior como un volcán a punto de hacer erupción, la energía
inusitada alcanzo hasta el último rincón de mi cuerpo, como si el sol explotara
dentro de mí y me llenara por completo. Un calor suave me recorre por completo
sintiendo como me llena, me transforma…
-
Ahora debes acudir a la sala de
reuniones donde Odín espera, a ti y a los otros… – mi mirada se centra en ella,
me sonríe con dulzura y luego simplemente desaparece.
-
Gracias… – aunque ella ya no está allí
para escucharme.
Me
observo con detenimiento desde mis pies hasta mis manos, una túnica de hombros
descubiertos hasta el codo y que también deja al descubierto la piel de mis
antebrazos, es de seda blanca y se amolda a mi cuerpo, suave, acariciando mi
piel, amarrado a mi cuello y con bordado de oro a lo largo de la prenda,
parecen runas o alguna clase de símbolo antiguo, cintas de oro en mi cuello y
cintura, una hermosa estrella adornaba mi pecho, mi rojo cabello caía ondulado
sobre mi espalda…
Sentí
el llamado de la naturaleza, una suave brisa agito mi cabello y vestido,
sonreí. Me había convertido en Eir una Ásynjur, una curandera… suspire
profundamente mientras mis ojos se cerraban nuevamente, extendí mis brazos,
podía escuchar susurrar al viento, mi corazón se hincho de felicidad, era una
sanadora.
No
sabía como había sucedido pero ya estaba hecho y yo estaba dispuesta a seguir
adelante, pasara lo que pasara…
*/*/*
Me
quede en el lugar admirando su belleza en silencio, esto parecía alguna
historia salida de algún libro fantástico y sin embargo yo lo sentía real. El
sol de la tarde caía sobre mí como rayos afilados que traspasan la piel, ya no
era una humana, un ser mortal, ahora era una ser divino, inmortal; aunque claro
lo seria por muy poco tiempo dado que este parecía un contrato temporal.
Por
un momento me sentí como carne de cañón, utilizada y manipulada pero entonces
mi mente viajo a todo lo que había sentido a lo largo de mi vida, esa sensación
de estar destinada a hacer algo grande, no importaba que tan absurdo pareciera,
este era mi destino y lo afrontaría con la misma fortaleza con la que había
enfrentado todo en mi vida.
El
viento incesante y gélido arreciaba golpeando todo a su paso, me estremecí,
puesto que parecía ensañarse con los arboles cuyas hijas crujían con verdadera
intensidad. Con aquel viento soplando sobre mi rostro clave la mirada sobre un gran
lago ubicado a unos doscientos metros de donde me encontraba, una enorme figura
emergió de entre las aguas imponente, abrazadora y hermosa.
-
Me alegra que tomaras la decisión
correcta – asentí en su dirección en silencio, ella me intimidaba bastante –
soy Gerda una Ásynjur como tu…
-
Un placer…
-
Partiremos al palacio de Valaskjálf en
Asgard, donde Odín nos espera – la seguí de regreso al lago en completo
silencio y me detuve en la orilla insegura de que hacer – no te preocupes, nos
sumergiremos en él, y gracias a las artes de seid de Odín apareceremos en su
morada…
Tomando
una gran bocanada de aire la seguí dentro del agua, fue como traspasar una
suave manta de seda, estudie todo a mi alrededor, el fuerte graznido me hizo
centrar mi mirada sobre Odín padre de todos los dioses, Huginn y Muninn, los
cuervos de Odín cada uno de ellos posados sobre sus hombros.
-
Bienvenidos sean, criaturas especiales
escogidas por el azar – la voz de Thor era profunda y serena, centre mi mirada
en estudiar a todos los Dioses y Diosas que estaban allí concentrados y
esperando por instrucciones como yo, por lo que sabía muchos de ellos eran como
yo, mortales llamados para lucha en la batalla por venir, era escalofriante y
emocionante a la vez que me dejaba aturdida – como ya se les habrá informado,
están aquí para combatir y evitar que la tierra sea asolada por una terrible
desgracia que…
-
Hasta que por fin llega la comitiva
prometida – la voz alterada de Freya quien parecía fuera de sí lo interrumpió –
¿Qué esperamos ahora? Vamos, descuarticen a todos los desgraciados que se
atrevieron a robarme ¡Y encuentren mis valiosas posesiones! – así que eso era
lo que Loki había tomado…
-
Calma Freya, todo a su tiempo – volví la
mirada hacia Odín, acariciaba a los dos animales que tenia sobre sus hombros,
me estremecí – mis dos magníficos cuervos me han traído noticias. Loki se
encuentra en Shetland, junto a su padre, sus hijos y un poderoso ejército
conformado por las peores y más feroces criaturas. Partiremos ahora hacía allí,
pero quiero que lo recuerden bien, en ese campo de batalla no solo lucharan por
sus vidas sino también por la vida de todos los seres humanos que pueblan la
tierra, no podemos permitir que Loki se salga con la suya…
Estaba
anonada con todo lo que veía y escuchaba, los Dioses no estaban lejos de
parecerse a los humanos, la ira los celos, el coraje, la ambición… todas esas
pasiones desatándose con furia en seres superiores, no pude evitar pensar en el
hecho de que estaba en un gran aprieto…
-
Mi barco, el magnífico Skíâblaânir está
listo para transportarnos a todos – la exclamación de Freya se alzo por sobre
todas las voces de la multitud divina congregada en la sala – en cuanto se
alcen sus velas el buen viento nos acompañara, navegando por mar y tierra
estaremos enseguida en Shetland.
-
¡Por la victoria! – el bramido de Thor
se escucho por todo el lugar, blandiendo su martillo en algo gritando por la
victoria… un corrillo de aplausos y gritos de victoria siguieron a sus
palabras.
Abordamos
el imponente barco, partiendo desde Asgard hacia las islas, hacia la batalla
final…
*/*/*
Desde
la popa vislumbre como el majestuoso palacio de Odín se hacía cada vez más
pequeño hasta que por fin desapareció en medio de una espesa neblina, me deje
caer al suelo junto al mástil tratando de mantener mi mente en blanco, me deje
llevar por un profundo sueño…
Salí
del mundo de los sueño, podía sentir el movimiento de las olas, eleve el rostro
al cielo y sonreí complacida al ver la majestuosa aureola boreal que se
dibujaba en el cielo, un espectáculo hermoso y digno de ser admirado. Observe
atentamente mientras arribábamos a la costa, sentí mi expresión mudar a una de
espanto y mi sangre se helo, porque teníamos una enorme comitiva de bienvenida,
criaturas espeluznantes esperaban por nosotros… Temblé un poco, yo había tomado
la forma de una sanadora, no era una guerrera
<< ¿Cómo se supone que me libraría de esta si no
tenía nada con lo que pudiera defenderme?
>>
Esperaba
poder sobrevivir a esto y volver a nueva york, aun tenía muchas cosas por
resolver y una vida que disfrutar… elevando una plegaria silenciosa, esperando
que todo saliera bien y pudiera regresar a salvo.
*/*/*
El
claro y celeste cielo quedo sumido en una oscuridad aterradora, el negro era
abrumador, tétrico y por un momento me resulto sofocante, pude mirar a Loki
sonriendo de manera desquiciada, en su diestra la copa alada y en la otra el
collar, estaba claro que quería provocar la furia de Freya y que lo había
conseguido con sobrado éxito <<
esto acaba de ponerse aun peor
>>
-
¡Vaya! No pensé que llegarían tan pronto – la burla era clara en su mirada,
camino a grandes zancadas poniéndose al lado de sus vástagos – ¡¡¡Mátenlos sin
piedad!!! – exclamo con voz clara y fuerte, era claramente su grito de guerra,
me tense en anticipación.
Todas
las bestias tomaron sus posiciones rugiendo en nuestra dirección, agitando
porras y arcos, tentando a Odín, desafiándonos a todos.
-
Vamos, Dios de los Dioses, no me dirás
ahora que nos temes – la burla en la voz de Fenris era clara, mostro sus
afilados colmillos, armas letales – nos has traído a los pequeños, me voy a dar
un gran festín – canturreo como niño en navidad antes de lanzarse al campo de
batalla, lanzando zarpazos y lastimando profundamente a Freya.
-
¡¡¡Maldito seas, hijo de Loki!!! – la
furia en el rostro de la diosa era aterrorizante, elevo su voz aun mas
llamándonos a todos a luchar – ¡¡¡Acaben con ellos!!! – enfilo hacia ellos con
decisión, y yo aun seguía congelada en mi lugar, ella me había llamado a pelear
y yo no sabía cómo hacerlo, porque justo ahora comenzaba a notar que no tenía
armas para hacerlo, estaba aterrorizada…
-
Hijo de la calamidad, peste de los
inocentes y catástrofe de tus homólogos; reza todo lo que sepas, no importa si
es lo que recitas con tu venenosa lengua…
Todos
se enzarzaron en la batalla, los arqueros tomaron sus posiciones atacando,
defendiendo, los Trolls se lanzaron con fuerza contra los Dioses, lanzando con
extremada fuerza sus enormes porras mientras Thor los hacía caer golpeando con
su martillo el blanco suelo. Me moví con rapidez intentando baja de la
embarcación y unirme también al calor de la batalla.
Pero
imponentes gigantes de hielo emergieron de las aguas lanzando golpes sobre la
marea provocando que la embarcación se agitara con fuerza, elevándose en una
enorme ola, me agarre con fuerza a una de las orillas del barco mientras
aguantaba la respiración, el barco cayó con fuerza hasta el fondo del mar
arrastrándome a mí también.
Abrí
los ojos bajo el agua mientras mi cuerpo se agitaba con fuerza en un intento de
salir a flote, las olas eran cada vez más fuerte y parecían arrastrarme más al
fondo no importaba cuanto intentara salir. Cerré mis ojos de nuevo con fuerza y
me detuve, estaba aterrada y no sabía qué hacer o cómo manejar el poder que me
habían entregado porque aun no había aceptado por completo el hecho de que
ahora era Eir, mientras estuviera aquí era inmortal y poderosa. Era cierto que
no era una guerrera pero aun así tenia las armas necesarias para luchar.
El
poder fluyo a través de mi desde el centro de mi cuerpo, me impulse hacia
arriba y pude respirar aire puro de nuevo, nade hasta la orilla y lo que vi me
dejo congelada de nuevo, la batalla estaba en todo su apogeo, las arena blanca
se había manchado de sangre, podía ver a los caídos sobre el suelo por completo
inertes, tanto de nuestro bando como del suyo propio.
El
fuerte rugido me trajo de vuelta a la espantosa realidad, me aparte justo a
tiempo, la porra embistió hacia mí y pude eludirla con sin dificultad, volvió
otra vez decidido a lastimarme y en mi nuevo intento por eludirlo caí de bruces
al suelo.
-
¡Basta! – su rostro no denoto
sentimiento alguno pero se detuvo solo por un momento y luego arremetió contra
mí con mucha más fuerza, rugiendo de manera bestial.
¡¡¡Soy Eir una Ásynjur, una
sanadora con el poder sobre las plantas y las almas, con el poder de resucitar
a los muertos y no moriré hoy…!!!
Me
arrodille sobre el suelo y hundí las manos en la tierra, concentrándome en el
poder que fluía a través de mi, las ramas emergieron desde el suelo y
aprisionaron sus piernas dejándolos caer de bruces al suelo. Concentre mi poder
y eleve la porra de uno de los Trolls caídos lanzándola contra mis dos nuevos
atacantes, cayeron noqueados al suelo.
El
grito de auxilio proveniente de un guerrero sobre el suelo me estremeció, corrí
hacia el pero llegue demasiado tarde, su vida ya se había extinguido, podía
sentir las lagrimas deslizarse por mis mejillas, calientes y frías al mismo
tiempo, sentía el dolor de todos ellos dentro de mi… tome la espada y me
encamine hacia donde la batalla estaba en su mayor auge.
No
sabía si venceríamos y detendríamos a Loki, ni siquiera estaba segura de que
podríamos salvarnos, solo estaba más que decidida a no caer sin luchar…
*/*/*
Los
Draugr comenzaban a rodearnos, cercando nuestras posibles salidas, mi vestido y
yo estábamos mancados de sangre, pero aun seguía en pie y estaba orgullosa de
ello, me había sentido sobrecogida por una sensación cálida y maravillosa
cuando pude resucitar a un par de guerreros… el olor putrefacto de los Draugr
inundaba nuestras fosas nasales, tosí con fuerza.
Expectante
permanecían los Fylgi, ansiosos por mostrarles el sendero de la muerte a los
caídos, en la mitología nórdica se cuenta que ellos podían ser representados
por animales, asociados al carácter de las personas; sin embargo ahora no
estaba allí para representar a nadie, son para poblar el mundo de los muertos
con nuevos residentes…
Ahora
estábamos encerrados por ambos flancos a pesar de las estrategias de Odín,
mirara donde miráramos había bestias y espantosas criaturas del ejercito de
Loki << ¿Estábamos perdidos? >>
Y
entonces en un extraño giro de los acontecimientos, Frey embistió con todo su
poder haciendo tambalear a las tropas enemigas y mientras Odín, Thor, Freya y
todos nosotros contagiados con el atisbo de triunfo resurgíamos con mayor
fuerza luchando y derrotando a todos los horribles enemigos a nuestro
alrededor; Frey con un tajo limpio de su espada cortaba la cabeza del infame
Loki…
Se
hizo el silencio y luego un grito de júbilo se esparció por todos nosotros con
fuerza… << ¡¡¡lo
conseguimos!!! >> podía ver como todos los que quedaban del
ejercito de Loki huían al ver que habían perdido, Odín estaba junto a Thor
sobre el volcán Maud ocupándose de él…
Después
de todo Loki había amenazado con hacerlo explotar, todos a mi alrededor se
asistían, curando heridas y derrotando a los pocos que se negaban a aceptar la
derrota, deje caer la espada sobre el blanco suelo, mi cuerpo se hacía mas y
mas pesado y mis parpados amenazaban con cerrarse en cualquier momento…
-
Has sido de gran ayuda pequeña, pero
ahora es tiempo de regresar…
Sentí
la sacudida de energía recorrer mi cuerpo y luego todo fue oscuridad…
*/*/*
Me
removí en la suave y blanda superficie en la que estaba, el calor abrazaba mi
cuerpo de forma delicada, el aroma a vainilla lleno mis fosas nasales, suspire
sintiéndome feliz y segura…
-
Allegra… – fruncí el seño ante la
profunda y suave voz, me moví de nuevo intentando encontrar una nueva posición
para dormir…
Me
senté sobre la cama de forma abrupta <<
¿todo había sido un sueño?
>> observe todo a mi
alrededor y sabía que estaba en mi habitación pero ¿Cómo había llegado aquí?
¿Sueño o realidad? Cerré los ojos con fuerza, mi mente se lleno de imagines
vividas de la batalla, podía escuchar claramente el choque de las espadas, los
gritos de guerra, los rugidos, todo…
-
Allegra, cariño ¿Estás bien? – abrí los
ojos de nuevo, el rostro de Paul estaba a solo centímetros del mío, sus ojos
negros me estudiaban con preocupación,
asentí en silencio y le di una sonrisa, me miro con cautela por un momento
antes de devolverme el gesto; mire mis manos detenidamente, ni sangre,
rasguños, cortadas o heridas, era como si nada hubiera pasado.
-
Yo… no se… ¿Qué me paso?
-
Te encontramos tirada en el museo ayer
por la noche…
-
¿Cuánto he dormido? ¡Jesús! ¿Qué me
sucedió?
-
El médico dice que tuviste alguna clase
de colapso, que eso causo el desmayo…
-
Bien – asentí lentamente, tal vez era lo
normal después de lo que había vivido, porque estaba segura de que todo había
sido real, respire profundamente concentrándome en lo que sentía y percibía a
mí alrededor…
No
había tensión en mis hombros, no tenia esta constante sensación de que algo
sucedería, estaba tranquila, no mas presentimientos y mucho menos bailes de
estomago, todo estaba bien…
-
¿Segura que estas bien?
-
Sí, estoy bien… todo está bien…
*/*/*
Aparte
un mechón de cabello de su rostro, era tan hermosa, tan dulce y llena de vida…
me incline hacia delante respirando el suave olor a vainilla que desprendía su
piel, suspire profundamente, deje un suave beso sobre su mejilla antes de
apartarme y perderme en esos profundos ojos azules. Estaba aliviado de que todo
esto solo hubiera sido consecuencia del estrés y nada más, y estaba mucho más
relajado ahora que en un golpe de suerte habíamos atrapado a su acosador.
Quien
abría pensado que el conserje de la estación era un sádico asqueroso con una
obsesiva fijación por ella, afortunadamente se había delatado al seguirla hasta
el museo y Dominic lo había atrapado, y aunque al principio se había mantenido
arrogante y desafiante al final se había quebrado, los cobardes siempre serian
cobardes, no importaba cuan rudos se creyeran los tipos.
-
¿Qué sucedió con el cuerpo?
-
Dominic se encargo de ello, no tienes de
que preocuparte – asintió de nuevo y volvió a regalarme esa preciosa sonrisa,
la amaba, no tenía otro nombre para esto, después de mi divorcio había pensado
que no tendría otra oportunidad pero aquí estaba, hermosa y a salvo – debemos
hablar de lo que sucedió la semana anterior…
-
De acuerdo…
-
Lamento todo lo que sucedió, tenias
razón al no creer en mis sentimientos después de lo idiota que he sido todo
este tiempo.
-
Me hiciste la vida un infierno…
-
Lo sé…
-
Fuiste un completo bastardo…
-
Eso también lo sé… perdóname… – su
mirada abandono la mía, jugó con sus manos sobre su regazo y el silencio fue
tan denso que quería subirme por las paredes…
¿Qué
tal si no quería perdonarme? Estaba en todo su derecho de despreciarme por el
resto de su vida, era yo quien se había comportado como un idiota con ella,
solo porque había estado tan asustado de salir herido de nuevo, todo el dolor y
las inseguridades que me había producido el divorcio y el engaño de Tina me
habían segado hasta tal punto de lastimar a quien no lo merecía…
-
Te perdono – levante el rostro, sus ojos
brillaban y la sonrisa en su cara era cegadora – haremos de cuenta que estos
ocho meses no sucedieron ¿Bien?
-
Bien… prometo comportarme de ahora en
adelante, así que creo que debo decirte que atrapamos a tu acosador…
-
¿Enserio? – sus ojos se abrieron con
extrema sorpresa – pero ¿Cómo? Y ¿Quién es?
-
Si es enserio… en cuanto a tu primera
pregunta, te siguió hasta el museo y la segunda, bueno…
-
Paul…
-
Barrett Byrnam…
-
Barrett… espera, espera, espera… ese no
es el conserje.
-
Exactamente…
-
¡Hijo de puta! – No pude evitar
carcajearme, su cara de indignación era bastante graciosa, bueno, por lo menos
no se estaba poniendo histérica…
*/*/*
Estaba
por completo sorprendida, ese sujeto era mi acosador escalofriante, ni siquiera
yo lo abría pensado, respire aliviada, por lo menos ya no iba a estar
jodiendome la existencia… la risa de Paul me hizo mirarlo detenidamente, el era
hermoso y yo lo quería…
-
Gracias – envolví mis brazos a su
alrededor, se quedo quieto por un momento antes de que envolviera sus brazos a
mi alrededor, sonreí, porque no importaban los meses atrás solo el presente.
-
Te quiero preciosa – sus manos se
perdieron en mi cabello, mis labios rozaron los suyos y no pude evitar
estremecerme de placer – gracias por la oportunidad…
-
Siempre que quieras – le sonreí
divertida…
Sus
labios estuvieron en los míos, suaves pero firmes, lo acerque más a mi
disfrutando de este primer beso entre nosotros, su lengua se deslizo por mi
labio inferior y totalmente complacida le di permiso, me alzo por las piernas
sacándome de la cama, y pude acomodarme a horcajadas sobre su regazo, sentía a
mi cuerpo vibrar ante el contacto, acaricie su cuero cabelludo deleitándome en
la suavidad de su negro cabello, este era el lugar en el que quería estar, por
ahora solo tenía el presente y lo iba a disfrutar…
La
batalla junto a los Dioses nórdicos me había enseñado algo importante, luchar
por lo que se quiere puede recompensarte de maneras insospechadas, poco a poco
mi mente parecía comenzar a olvidar todo lo que había vivido en Noruega
transformándolo, como si fuera un sueño, pero eso estaba bien…
Ahora
me tocaba seguir adelante con mi vida, aun tenía mucho por lo que vivir, estaba
enamorada de un hombre cabezota pero maravilloso y estaba feliz de ser
correspondida, tenía un trabajo estupendo y toda una interesante vida por
delante << ¿Qué mas podría pedir
una chica? >>
La
vida era extraña a veces, pero yo no iba a quejarme…
Fin
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