sábado, 8 de junio de 2013

Enigma... Un Instante Mágico, II Parte


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Una semana después seguía sintiéndome aun más extraña y definitivamente seguía en la dimensión desconocida, porque ahora era yo la que le rehuía a Paul con mas ahincó del que hubiera esperado y aun estaba sorprendida por estar resistido tanto y más aun cuando lo veía con esa cara de perro apaleado y abandonado.
Bueno, aun seguía sin saber quién era mi acosador pero ya había solucionado el asunto del fotógrafo así que por ahora estaba bien con eso, ahora me dirigía sola a una nueva llamada, Dominic estaba en otra ahora que estábamos un poco cortos de personal, extraño, parecía que todos los delitos habidos y por haber estaban sucediendo en la ciudad.
Y ahora que lo pensaba, tal vez todo esto tuviera algo que ver con mis extraños sueños y presentimientos, bueno, y todo lo demás, algo muy extraño estaba sucediendo y aunque no entendía ¿Cómo? O ¿Por qué? Estaba segura de que las cosas estaban por empeorar.
El museo metropolitano de nueva york era uno de los más importantes museos del mundo y una joya arquitectónica además, aunque justo ahora era una escena del crimen, por lo que sabía nadie había podido responder a la llamada, pero quien había llamado al 911 había reportado a un vigilante muerto.
Me estacione en la parte de atrás y avance por el estacionamiento casi desierto, solo mi Jeep y una patrulla le hacían compañía a la van con la enorme calcomanía que la identificaba como propiedad del museo, me estremecí ante la tremenda ráfaga fría que azotó de repente, la piel de mi nuca se erizo y no pude evitar detenerme para mirar detenidamente a mi alrededor, eran las cinco de la tarde y sin embargo el cielo estaba tan oscuro que bien uno pensaría que eran las ocho.
Parecía que estaba por precipitarse una gran tormenta, el cielo se rasgaba en algunos lugares con rayos plateados, últimamente la naturaleza parecía estar algo loca y por alguna extraña razón yo podía sentirlo en mi piel, como si pudiera comunicarme con ella con total facilidad.
Reanude mi andar hacia la puerta doble de servicio, justo ahora me sentía más que acosada… la calidez me envolvió al entrar en el edificio, avance por el pasillo hasta que pude vislumbrar a Todd Baker el más reciente agente en unirse a la policía, le devolví el saludo.
-          ¿Dónde están los demás?
-          El forense aun esta algo ocupado y los criminalistas están algo cortos de personal – asentí ante su explicación – tendremos que esperar una hora hasta que puedan venir…
-          Bien – me asome al cuarto a mi derecha solo para ver el cuerpo en el suelo inerte y sin vida, que desperdicio – voy a revisar y ver que encuentro…
-          Claro, estaré atento…
Ante mi se abrieron paso la galería de armas y armaduras, simplemente impresionante, por lo que sabía este precioso museo estaba lleno de galerías llenas de maravillosas obras de arte e historia… podía ver las banderas de los países identificando cada una de las exposiciones y estaba impresionada…
Simplemente hermoso…
El ambiente cambio por completo, el aire se volvió mucho mas frio y pesado, una blanca niebla se arrastraba por el impecable piso directo hacia mí, sentía como si estuviera en mi extraño sueño de nuevo, mi piel se erizo y el escalofrió que recorrió mi columna vertebral fue casi violento.
-          Allegra… – recorrí con la mirada toda la inmensa estancia pero no podía encontrar a la dueña de la dulce voz – Allega…
-          ¿Hola? ¿Hay alguien…? Por supuesto que no hay nadie…
-          Estaba esperándote…
Parpadee, una gran bandera de Noruega coronaba un lado de la pared parecía una exposición de ese país, camine lentamente hacia ella, mi corazón se acelero con fuerza, la adrenalina corriendo por mis venas a gran velocidad, en menos de un parpadeo estaba frente a ella, mi mano se movió por voluntad propia.
-          Allegra…
No pude evitar acariciar la suave tela, estaba tibia al tacto y ondeaba como suaves olas en el mar, el calor subió por mi mano, mi brazo y se extendió por todo mi cuerpo. Cerré los ojos, suspirando, dejando que la calidez me envolviera como un dulce capullo…
Al abrir los ojos de nuevo, por un momento mi estupor fue enorme, ya no estaba en el museo… me encontraba en un fiordo imponente, largo, estrecho y de gran profundidad. La visión era luminosa, espectacular y hechizante, parecía que podía tocar el cielo con las manos.
Extraordinario…
Aunque no sabía dónde estaba o como había llegado aquí solo estaba segura de que ya no estaba en el museo, en nueva york…
-          Es como magia…
-          Así es – la mujer que aparecía constantemente en mis sueños estaba allí, a solo un brazo de distancia.
-          ¿Cómo…?
-          Desde el momento en que naciste, estabas destinada a estar hoy aquí…
-          ¿Dónde estoy?
-          Noruega por supuesto…
-          Por supuesto – mi boca se frunció – puedo saber…
-          Si…
-          ¿Qué está sucediendo?
-          Loki, el más ambicioso de los dioses, símbolo de dolor, creador de la discordia…
-          ¿Dioses? ¿Como en la mitología?
-          Los humanos se han cerrado a la magia, eso está bien, la magia no es un juego y muchos humanos jamás estarán listos para ella.
-          Bien, no puedo estar en contra de ello… aunque es absurdo que le encuentre lógica a todo esto…
-          Eres especial, siempre lo has sido…
-          ¿Por qué has estado invadiendo mis sueños? ¿Qué estoy haciendo aquí?
-          Loki se ha apoderado de dos objetos muy preciosos y por de más de gran poder, en manos equivocadas no pueden causar ningún bien, esto no solo afecta a nuestras tierras sino que se extiende por todo el mundo, por eso es que has visto como se han descontrolado las cosas en la ciudad en donde vives…
-          Pero ¿Qué puedo hacer yo?
-          Fuiste escogida y si aceptas el llamado de Odín entonces podrás luchar contra el mal que intenta aplastarnos…
-          ¿Quién eres? – di un paso hacia ella pero comenzó a desvanecerse…
-          Eso no es relevante pequeña, escoge sabiamente…
Luego simplemente no estaba, aspire con todas mis fuerzas el aire puro de la montaña  <<  es tan raro que yo no le encuentre contradicción a todo esto >>  y sin embargo aquí estaba completamente segura de que no lo estaba soñando, esto era totalmente real…
Me moví dispuesta a explorar el lugar en el que me encontraba pero una figura apareció cerrándome el paso. Una mujer joven de dorados cabellos y facciones gráciles, envuelta en una elegante túnica de seda blanca portando una extraña caja de madera de fresno, la mire con abierta curiosidad…
-          Soy Iâunn – su voz suave pero firme – he venido aquí porque los dioses han manifestado que son ustedes quienes nos ayudaran a detener la amenaza que se cierne sobre nuestras tierras…
-          ¿Ustedes?
-          No eres la única que ha sido escogida Allegra Carson. Otros iguales de especiales que tú han recibido este privilegio…
Busque con la mirada a los demás pero solo estábamos ella y yo en medio de este hermoso paisaje, esto cada vez era más extraño, estaba por decirle que solo estábamos nosotras cuando ella se movió abriendo la caja que llevaba una manzana y la extendió hacia mí.
-          Una vez que comas de esta manzana, tu cuerpo dejara su simple condición mortal y por lo que dure esta misión te convertirás en una divinidad, dioses nórdicos capaces de combatir la amenaza que representa Loki…
La angustia en su voz calo hasta lo más hondo de mí y mi estomago se apretó con fuerza, estire la mano para tomarla pero dude ¿Qué estaba haciendo? ¿En qué me estaba metiendo? Tal vez esto no era real, quizás solo era parte de mi imaginación, otro loco sueño.
-          Es tu decisión aceptar todo lo que conlleva esta llamada, la decisión es solo tuya…
Tome entonces la manzana sin volver a detenerme a pensar lo que estaba haciendo, realmente estaba sucediendo y tenía la certeza de que todo esto tenía que ver con mi presentimiento de que algo grande se fraguaba en algún lugar, que un nuevo acontecimiento iba a cambiar muchas cosas, incluyendo mi forma de ver el mundo.
Muerdo la perfecta fruta, el refrescante sabor se desliza por mi garganta, mis ojos se cierran con deleite porque nunca había probado nada igual, tan fresco y dulce.
Los efectos fueron inmediatos, la sangre en mis venas corrió a gran velocidad, bullendo en mi interior como un volcán a punto de hacer erupción, la energía inusitada alcanzo hasta el último rincón de mi cuerpo, como si el sol explotara dentro de mí y me llenara por completo. Un calor suave me recorre por completo sintiendo como me llena, me transforma…
-          Ahora debes acudir a la sala de reuniones donde Odín espera, a ti y a los otros… – mi mirada se centra en ella, me sonríe con dulzura y luego simplemente desaparece.
-          Gracias… – aunque ella ya no está allí para escucharme.
Me observo con detenimiento desde mis pies hasta mis manos, una túnica de hombros descubiertos hasta el codo y que también deja al descubierto la piel de mis antebrazos, es de seda blanca y se amolda a mi cuerpo, suave, acariciando mi piel, amarrado a mi cuello y con bordado de oro a lo largo de la prenda, parecen runas o alguna clase de símbolo antiguo, cintas de oro en mi cuello y cintura, una hermosa estrella adornaba mi pecho, mi rojo cabello caía ondulado sobre mi espalda…
Sentí el llamado de la naturaleza, una suave brisa agito mi cabello y vestido, sonreí. Me había convertido en Eir una Ásynjur, una curandera… suspire profundamente mientras mis ojos se cerraban nuevamente, extendí mis brazos, podía escuchar susurrar al viento, mi corazón se hincho de felicidad, era una sanadora.
No sabía como había sucedido pero ya estaba hecho y yo estaba dispuesta a seguir adelante, pasara lo que pasara…


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Me quede en el lugar admirando su belleza en silencio, esto parecía alguna historia salida de algún libro fantástico y sin embargo yo lo sentía real. El sol de la tarde caía sobre mí como rayos afilados que traspasan la piel, ya no era una humana, un ser mortal, ahora era una ser divino, inmortal; aunque claro lo seria por muy poco tiempo dado que este parecía un contrato temporal.
Por un momento me sentí como carne de cañón, utilizada y manipulada pero entonces mi mente viajo a todo lo que había sentido a lo largo de mi vida, esa sensación de estar destinada a hacer algo grande, no importaba que tan absurdo pareciera, este era mi destino y lo afrontaría con la misma fortaleza con la que había enfrentado todo en mi vida.
El viento incesante y gélido arreciaba golpeando todo a su paso, me estremecí, puesto que parecía ensañarse con los arboles cuyas hijas crujían con verdadera intensidad. Con aquel viento soplando sobre mi rostro clave la mirada sobre un gran lago ubicado a unos doscientos metros de donde me encontraba, una enorme figura emergió de entre las aguas imponente, abrazadora y hermosa.
-          Me alegra que tomaras la decisión correcta – asentí en su dirección en silencio, ella me intimidaba bastante – soy Gerda una Ásynjur como tu…
-          Un placer…
-          Partiremos al palacio de Valaskjálf en Asgard, donde Odín nos espera – la seguí de regreso al lago en completo silencio y me detuve en la orilla insegura de que hacer – no te preocupes, nos sumergiremos en él, y gracias a las artes de seid de Odín apareceremos en su morada…
Tomando una gran bocanada de aire la seguí dentro del agua, fue como traspasar una suave manta de seda, estudie todo a mi alrededor, el fuerte graznido me hizo centrar mi mirada sobre Odín padre de todos los dioses, Huginn y Muninn, los cuervos de Odín cada uno de ellos posados sobre sus hombros.
-          Bienvenidos sean, criaturas especiales escogidas por el azar – la voz de Thor era profunda y serena, centre mi mirada en estudiar a todos los Dioses y Diosas que estaban allí concentrados y esperando por instrucciones como yo, por lo que sabía muchos de ellos eran como yo, mortales llamados para lucha en la batalla por venir, era escalofriante y emocionante a la vez que me dejaba aturdida – como ya se les habrá informado, están aquí para combatir y evitar que la tierra sea asolada por una terrible desgracia que…
-          Hasta que por fin llega la comitiva prometida – la voz alterada de Freya quien parecía fuera de sí lo interrumpió – ¿Qué esperamos ahora? Vamos, descuarticen a todos los desgraciados que se atrevieron a robarme ¡Y encuentren mis valiosas posesiones! – así que eso era lo que Loki había tomado…
-          Calma Freya, todo a su tiempo – volví la mirada hacia Odín, acariciaba a los dos animales que tenia sobre sus hombros, me estremecí – mis dos magníficos cuervos me han traído noticias. Loki se encuentra en Shetland, junto a su padre, sus hijos y un poderoso ejército conformado por las peores y más feroces criaturas. Partiremos ahora hacía allí, pero quiero que lo recuerden bien, en ese campo de batalla no solo lucharan por sus vidas sino también por la vida de todos los seres humanos que pueblan la tierra, no podemos permitir que Loki se salga con la suya…
Estaba anonada con todo lo que veía y escuchaba, los Dioses no estaban lejos de parecerse a los humanos, la ira los celos, el coraje, la ambición… todas esas pasiones desatándose con furia en seres superiores, no pude evitar pensar en el hecho de que estaba en un gran aprieto…
-          Mi barco, el magnífico Skíâblaânir está listo para transportarnos a todos – la exclamación de Freya se alzo por sobre todas las voces de la multitud divina congregada en la sala – en cuanto se alcen sus velas el buen viento nos acompañara, navegando por mar y tierra estaremos enseguida en Shetland.
-          ¡Por la victoria! – el bramido de Thor se escucho por todo el lugar, blandiendo su martillo en algo gritando por la victoria… un corrillo de aplausos y gritos de victoria siguieron a sus palabras.
Abordamos el imponente barco, partiendo desde Asgard hacia las islas, hacia la batalla final…

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Desde la popa vislumbre como el majestuoso palacio de Odín se hacía cada vez más pequeño hasta que por fin desapareció en medio de una espesa neblina, me deje caer al suelo junto al mástil tratando de mantener mi mente en blanco, me deje llevar por un profundo sueño…
Salí del mundo de los sueño, podía sentir el movimiento de las olas, eleve el rostro al cielo y sonreí complacida al ver la majestuosa aureola boreal que se dibujaba en el cielo, un espectáculo hermoso y digno de ser admirado. Observe atentamente mientras arribábamos a la costa, sentí mi expresión mudar a una de espanto y mi sangre se helo, porque teníamos una enorme comitiva de bienvenida, criaturas espeluznantes esperaban por nosotros… Temblé un poco, yo había tomado la forma de una sanadora, no era una guerrera  <<  ¿Cómo se supone que me libraría de esta si no tenía nada con lo que pudiera defenderme?  >>
Esperaba poder sobrevivir a esto y volver a nueva york, aun tenía muchas cosas por resolver y una vida que disfrutar… elevando una plegaria silenciosa, esperando que todo saliera bien y pudiera regresar a salvo.

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El claro y celeste cielo quedo sumido en una oscuridad aterradora, el negro era abrumador, tétrico y por un momento me resulto sofocante, pude mirar a Loki sonriendo de manera desquiciada, en su diestra la copa alada y en la otra el collar, estaba claro que quería provocar la furia de Freya y que lo había conseguido con sobrado éxito  <<  esto acaba de ponerse aun peor  >>
- ¡Vaya! No pensé que llegarían tan pronto – la burla era clara en su mirada, camino a grandes zancadas poniéndose al lado de sus vástagos – ¡¡¡Mátenlos sin piedad!!! – exclamo con voz clara y fuerte, era claramente su grito de guerra, me tense en anticipación.
Todas las bestias tomaron sus posiciones rugiendo en nuestra dirección, agitando porras y arcos, tentando a Odín, desafiándonos a todos.
-          Vamos, Dios de los Dioses, no me dirás ahora que nos temes – la burla en la voz de Fenris era clara, mostro sus afilados colmillos, armas letales – nos has traído a los pequeños, me voy a dar un gran festín – canturreo como niño en navidad antes de lanzarse al campo de batalla, lanzando zarpazos y lastimando profundamente a Freya.
-          ¡¡¡Maldito seas, hijo de Loki!!! – la furia en el rostro de la diosa era aterrorizante, elevo su voz aun mas llamándonos a todos a luchar – ¡¡¡Acaben con ellos!!! – enfilo hacia ellos con decisión, y yo aun seguía congelada en mi lugar, ella me había llamado a pelear y yo no sabía cómo hacerlo, porque justo ahora comenzaba a notar que no tenía armas para hacerlo, estaba aterrorizada…
-          Hijo de la calamidad, peste de los inocentes y catástrofe de tus homólogos; reza todo lo que sepas, no importa si es lo que recitas con tu venenosa lengua…
Todos se enzarzaron en la batalla, los arqueros tomaron sus posiciones atacando, defendiendo, los Trolls se lanzaron con fuerza contra los Dioses, lanzando con extremada fuerza sus enormes porras mientras Thor los hacía caer golpeando con su martillo el blanco suelo. Me moví con rapidez intentando baja de la embarcación y unirme también al calor de la batalla.
Pero imponentes gigantes de hielo emergieron de las aguas lanzando golpes sobre la marea provocando que la embarcación se agitara con fuerza, elevándose en una enorme ola, me agarre con fuerza a una de las orillas del barco mientras aguantaba la respiración, el barco cayó con fuerza hasta el fondo del mar arrastrándome a mí también.
Abrí los ojos bajo el agua mientras mi cuerpo se agitaba con fuerza en un intento de salir a flote, las olas eran cada vez más fuerte y parecían arrastrarme más al fondo no importaba cuanto intentara salir. Cerré mis ojos de nuevo con fuerza y me detuve, estaba aterrada y no sabía qué hacer o cómo manejar el poder que me habían entregado porque aun no había aceptado por completo el hecho de que ahora era Eir, mientras estuviera aquí era inmortal y poderosa. Era cierto que no era una guerrera pero aun así tenia las armas necesarias para luchar.
El poder fluyo a través de mi desde el centro de mi cuerpo, me impulse hacia arriba y pude respirar aire puro de nuevo, nade hasta la orilla y lo que vi me dejo congelada de nuevo, la batalla estaba en todo su apogeo, las arena blanca se había manchado de sangre, podía ver a los caídos sobre el suelo por completo inertes, tanto de nuestro bando como del suyo propio.
El fuerte rugido me trajo de vuelta a la espantosa realidad, me aparte justo a tiempo, la porra embistió hacia mí y pude eludirla con sin dificultad, volvió otra vez decidido a lastimarme y en mi nuevo intento por eludirlo caí de bruces al suelo.
-          ¡Basta! – su rostro no denoto sentimiento alguno pero se detuvo solo por un momento y luego arremetió contra mí con mucha más fuerza, rugiendo de manera bestial.
¡¡¡Soy Eir una Ásynjur, una sanadora con el poder sobre las plantas y las almas, con el poder de resucitar a los muertos y no moriré hoy…!!!
Me arrodille sobre el suelo y hundí las manos en la tierra, concentrándome en el poder que fluía a través de mi, las ramas emergieron desde el suelo y aprisionaron sus piernas dejándolos caer de bruces al suelo. Concentre mi poder y eleve la porra de uno de los Trolls caídos lanzándola contra mis dos nuevos atacantes, cayeron noqueados al suelo.
El grito de auxilio proveniente de un guerrero sobre el suelo me estremeció, corrí hacia el pero llegue demasiado tarde, su vida ya se había extinguido, podía sentir las lagrimas deslizarse por mis mejillas, calientes y frías al mismo tiempo, sentía el dolor de todos ellos dentro de mi… tome la espada y me encamine hacia donde la batalla estaba en su mayor auge.
No sabía si venceríamos y detendríamos a Loki, ni siquiera estaba segura de que podríamos salvarnos, solo estaba más que decidida a no caer sin luchar…


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Los Draugr comenzaban a rodearnos, cercando nuestras posibles salidas, mi vestido y yo estábamos mancados de sangre, pero aun seguía en pie y estaba orgullosa de ello, me había sentido sobrecogida por una sensación cálida y maravillosa cuando pude resucitar a un par de guerreros… el olor putrefacto de los Draugr inundaba nuestras fosas nasales, tosí con fuerza.
Expectante permanecían los Fylgi, ansiosos por mostrarles el sendero de la muerte a los caídos, en la mitología nórdica se cuenta que ellos podían ser representados por animales, asociados al carácter de las personas; sin embargo ahora no estaba allí para representar a nadie, son para poblar el mundo de los muertos con nuevos residentes…
Ahora estábamos encerrados por ambos flancos a pesar de las estrategias de Odín, mirara donde miráramos había bestias y espantosas criaturas del ejercito de Loki  <<  ¿Estábamos perdidos?  >>
Y entonces en un extraño giro de los acontecimientos, Frey embistió con todo su poder haciendo tambalear a las tropas enemigas y mientras Odín, Thor, Freya y todos nosotros contagiados con el atisbo de triunfo resurgíamos con mayor fuerza luchando y derrotando a todos los horribles enemigos a nuestro alrededor; Frey con un tajo limpio de su espada cortaba la cabeza del infame Loki…
Se hizo el silencio y luego un grito de júbilo se esparció por todos nosotros con fuerza…  <<  ¡¡¡lo conseguimos!!!  >>  podía ver como todos los que quedaban del ejercito de Loki huían al ver que habían perdido, Odín estaba junto a Thor sobre el volcán Maud ocupándose de él…
Después de todo Loki había amenazado con hacerlo explotar, todos a mi alrededor se asistían, curando heridas y derrotando a los pocos que se negaban a aceptar la derrota, deje caer la espada sobre el blanco suelo, mi cuerpo se hacía mas y mas pesado y mis parpados amenazaban con cerrarse en cualquier momento…
-          Has sido de gran ayuda pequeña, pero ahora es tiempo de regresar…
Sentí la sacudida de energía recorrer mi cuerpo y luego todo fue oscuridad…

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Me removí en la suave y blanda superficie en la que estaba, el calor abrazaba mi cuerpo de forma delicada, el aroma a vainilla lleno mis fosas nasales, suspire sintiéndome feliz y segura…
-          Allegra… – fruncí el seño ante la profunda y suave voz, me moví de nuevo intentando encontrar una nueva posición para dormir…
Me senté sobre la cama de forma abrupta  <<  ¿todo había sido un sueño?  >>  observe todo a mi alrededor y sabía que estaba en mi habitación pero ¿Cómo había llegado aquí? ¿Sueño o realidad? Cerré los ojos con fuerza, mi mente se lleno de imagines vividas de la batalla, podía escuchar claramente el choque de las espadas, los gritos de guerra, los rugidos, todo…
-          Allegra, cariño ¿Estás bien? – abrí los ojos de nuevo, el rostro de Paul estaba a solo centímetros del mío, sus ojos negros  me estudiaban con preocupación, asentí en silencio y le di una sonrisa, me miro con cautela por un momento antes de devolverme el gesto; mire mis manos detenidamente, ni sangre, rasguños, cortadas o heridas, era como si nada hubiera pasado.
-          Yo… no se… ¿Qué me paso?
-          Te encontramos tirada en el museo ayer por la noche…
-          ¿Cuánto he dormido? ¡Jesús! ¿Qué me sucedió?
-          El médico dice que tuviste alguna clase de colapso, que eso causo el desmayo…
-          Bien – asentí lentamente, tal vez era lo normal después de lo que había vivido, porque estaba segura de que todo había sido real, respire profundamente concentrándome en lo que sentía y percibía a mí alrededor…
No había tensión en mis hombros, no tenia esta constante sensación de que algo sucedería, estaba tranquila, no mas presentimientos y mucho menos bailes de estomago, todo estaba bien…
-          ¿Segura que estas bien?
-          Sí, estoy bien… todo está bien…

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Aparte un mechón de cabello de su rostro, era tan hermosa, tan dulce y llena de vida… me incline hacia delante respirando el suave olor a vainilla que desprendía su piel, suspire profundamente, deje un suave beso sobre su mejilla antes de apartarme y perderme en esos profundos ojos azules. Estaba aliviado de que todo esto solo hubiera sido consecuencia del estrés y nada más, y estaba mucho más relajado ahora que en un golpe de suerte habíamos atrapado a su acosador.
Quien abría pensado que el conserje de la estación era un sádico asqueroso con una obsesiva fijación por ella, afortunadamente se había delatado al seguirla hasta el museo y Dominic lo había atrapado, y aunque al principio se había mantenido arrogante y desafiante al final se había quebrado, los cobardes siempre serian cobardes, no importaba cuan rudos se creyeran los tipos.
-          ¿Qué sucedió con el cuerpo?
-          Dominic se encargo de ello, no tienes de que preocuparte – asintió de nuevo y volvió a regalarme esa preciosa sonrisa, la amaba, no tenía otro nombre para esto, después de mi divorcio había pensado que no tendría otra oportunidad pero aquí estaba, hermosa y a salvo – debemos hablar de lo que sucedió la semana anterior…
-          De acuerdo…
-          Lamento todo lo que sucedió, tenias razón al no creer en mis sentimientos después de lo idiota que he sido todo este tiempo.
-          Me hiciste la vida un infierno…
-          Lo sé…
-          Fuiste un completo bastardo…
-          Eso también lo sé… perdóname… – su mirada abandono la mía, jugó con sus manos sobre su regazo y el silencio fue tan denso que quería subirme por las paredes…
¿Qué tal si no quería perdonarme? Estaba en todo su derecho de despreciarme por el resto de su vida, era yo quien se había comportado como un idiota con ella, solo porque había estado tan asustado de salir herido de nuevo, todo el dolor y las inseguridades que me había producido el divorcio y el engaño de Tina me habían segado hasta tal punto de lastimar a quien no lo merecía…
-          Te perdono – levante el rostro, sus ojos brillaban y la sonrisa en su cara era cegadora – haremos de cuenta que estos ocho meses no sucedieron ¿Bien?
-          Bien… prometo comportarme de ahora en adelante, así que creo que debo decirte que atrapamos a tu acosador…
-          ¿Enserio? – sus ojos se abrieron con extrema sorpresa – pero ¿Cómo? Y ¿Quién es?
-          Si es enserio… en cuanto a tu primera pregunta, te siguió hasta el museo y la segunda, bueno…
-          Paul…
-          Barrett Byrnam…
-          Barrett… espera, espera, espera… ese no es el conserje.
-          Exactamente…
-          ¡Hijo de puta! – No pude evitar carcajearme, su cara de indignación era bastante graciosa, bueno, por lo menos no se estaba poniendo histérica…

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Estaba por completo sorprendida, ese sujeto era mi acosador escalofriante, ni siquiera yo lo abría pensado, respire aliviada, por lo menos ya no iba a estar jodiendome la existencia… la risa de Paul me hizo mirarlo detenidamente, el era hermoso  y yo lo quería…
-          Gracias – envolví mis brazos a su alrededor, se quedo quieto por un momento antes de que envolviera sus brazos a mi alrededor, sonreí, porque no importaban los meses atrás solo el presente.
-          Te quiero preciosa – sus manos se perdieron en mi cabello, mis labios rozaron los suyos y no pude evitar estremecerme de placer – gracias por la oportunidad…
-          Siempre que quieras – le sonreí divertida…
Sus labios estuvieron en los míos, suaves pero firmes, lo acerque más a mi disfrutando de este primer beso entre nosotros, su lengua se deslizo por mi labio inferior y totalmente complacida le di permiso, me alzo por las piernas sacándome de la cama, y pude acomodarme a horcajadas sobre su regazo, sentía a mi cuerpo vibrar ante el contacto, acaricie su cuero cabelludo deleitándome en la suavidad de su negro cabello, este era el lugar en el que quería estar, por ahora solo tenía el presente y lo iba a disfrutar…
La batalla junto a los Dioses nórdicos me había enseñado algo importante, luchar por lo que se quiere puede recompensarte de maneras insospechadas, poco a poco mi mente parecía comenzar a olvidar todo lo que había vivido en Noruega transformándolo, como si fuera un sueño, pero eso estaba bien…
Ahora me tocaba seguir adelante con mi vida, aun tenía mucho por lo que vivir, estaba enamorada de un hombre cabezota pero maravilloso y estaba feliz de ser correspondida, tenía un trabajo estupendo y toda una interesante vida por delante  <<  ¿Qué mas podría pedir una chica?  >>
La vida era extraña a veces, pero yo no iba a quejarme…





Fin

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